Armando Garcia: MEXICO, 09 05 2024
En días pasados, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que México sí participará en la prueba PISA de 2025, pues aseguró que su gobierno está a favor de todo lo que tenga que ver con la educación.
Mientras la candidata presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum, ha criticado el enfoque educativo actual, señalando que no debería estar centrado en la preparación para el Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA). Sin embargo, esta crítica plantea una contradicción evidente, ya que durante esta administración, se ha observado un notable deterioro en la calidad educativa.
En lugar de abordar adecuadamente los problemas fundamentales del sistema educativo.
Resalta las críticas de Sheinbaum, es importante abordar las deficiencias educativas de manera integral y efectiva, en lugar de simplemente cuestionar el enfoque de evaluación sin ofrecer soluciones concretas para mejorar la calidad educativa en México.
A pesar de las afirmaciones de la candidata del oficialismo, Claudia Sheinbaum, sobre la implementación de un nuevo modelo de pedagogía más interdisciplinario en la nueva escuela mexicana, los resultados de la última prueba PISA en México reflejan una realidad preocupante.
En lugar de mejorar, los puntajes en áreas clave como ciencias, matemáticas y lectura han disminuido en comparación con evaluaciones anteriores, como la realizada en 2018.
Esto te puede interesar; https://www.explorartemedia.com/post/solidaridad-renovada-lili-campos-se-compromete-con-las-mujeres
Este contraste entre la retórica de la candidata y la realidad evidencia la necesidad de un análisis más profundo y una perspectiva más integral sobre las políticas educativas en México.
Si bien la propuesta de un modelo pedagógico más interdisciplinario suena prometedora en teoría, su efectividad debe ser evaluada en función de resultados concretos y tangibles en el rendimiento educativo de los estudiantes.
Es crucial reconocer que la mejora en la calidad educativa no se logra simplemente mediante cambios superficiales en la pedagogía, sino a través de una inversión sustancial en recursos, infraestructura, formación docente y programas educativos efectivos.
Por lo tanto, para lograr una verdadera transformación en el sistema educativo mexicano, es necesario ir más allá de las promesas y retóricas políticas, y adoptar un enfoque basado en evidencia que priorice el bienestar y el desarrollo integral de los estudiantes, así como la mejora sostenible de la calidad educativa a largo plazo.
Comments