CIUDAD DE MÉXICO Por Armando J García; 05 08 2024; En un momento crítico para Venezuela, la democracia se presenta no solo como un derecho fundamental, sino como una herramienta esencial para evitar intervenciones internacionales y garantizar la estabilidad del país.
Según una reciente investigación del diario estadounidense The Washington Post, el candidato opositor Edmundo González habría ganado las elecciones presidenciales del 28 de julio con una abrumadora mayoría de votos, superando ampliamente al actual presidente Nicolás Maduro.
El Washington Post revisó más de 23 mil actas electorales obtenidas por la oposición, que representan casi el 80% de las máquinas de votación en todo el país.
Los resultados muestran que González obtuvo el 67% de los votos, mientras que Maduro solo alcanzó un 30%. Incluso si se consideraran todos los votos restantes a favor de Maduro, seguiría estando 1.5 millones de votos por detrás de su oponente.
A pesar de estos datos, el Consejo Nacional Electoral (CNE), que ha sido criticado por su supuesta parcialidad hacia el oficialismo, proclamó a Maduro como ganador con un 51% de los votos.
Esta discrepancia ha desencadenado protestas masivas tanto en Venezuela como en el extranjero, donde la diáspora venezolana también ha manifestado su rechazo al resultado oficial, acusando de fraude al gobierno de Maduro.
La Unión Europea ha expresado su preocupación por la situación, exigiendo a Maduro que ponga fin a la represión y detenciones arbitrarias, y ha señalado que no reconocerá los resultados sin pruebas que los respalden.
La falta de transparencia y la manipulación electoral han sido señaladas como causas principales de la crisis actual, que amenaza con desencadenar una mayor inestabilidad y posibles intervenciones externas.
El expresidente de Colombia, Iván Duque, también ha denunciado posibles maniobras dentro del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela para anular las elecciones, utilizando como pretexto un supuesto ataque cibernético.
Mas de 4 millones de refugiados, imagen de ACNUR y OIM piden que se invierta en soluciones que beneficien también a las comunidades de acogida.
© R4V/Valmik Mota ver Nota; https://www.acnur.org/noticias/comunicados-de-prensa/mas-de-cuatro-millones-de-personas-refugiadas-y-migrantes-de
Este tipo de acciones, según analistas y críticos, solo subraya la importancia de una democracia verdadera y funcional, que respete la voluntad del pueblo y evite la intervención de fuerzas externas.
En última instancia, la situación en Venezuela destaca la vital importancia de la democracia como la única vía para asegurar la paz y la soberanía de una nación.
Cuando se respetan los procesos democráticos, se minimiza el riesgo de intervenciones internacionales, se fortalece la confianza en las instituciones y se garantiza que el poder realmente emane del pueblo.
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