El Partido Revolucionario Institucional (PRI) se encuentra en una encrucijada crítica.
La reciente ampliación del mandato de Alejandro Moreno Cárdenas, sin discusión y ha generado una oleada de críticas y preocupación sobre el futuro del partido y su capacidad para adaptarse y responder a las necesidades y demandas políticas del siglo XXI.
Alejandro Moreno Cárdenas, conocido como "Alito", ha consolidado su poder dentro del PRI de manera meticulosa y estratégica.
Su carrera política comenzó en puestos clave dentro del estado de Campeche, siguiendo un patrón similar al de Tirso R. de la Gala Guerrero, quien pasó de ser rector de la Universidad Autónoma de Campeche a presidente del Congreso del estado.
Esta trayectoria ha sido cuestionada por críticos que señalan la falta de transparencia en los detalles sobre su edad y duración en estos cargos
Las reformas a los estatutos del PRI, aprobadas durante el aislamiento por Covid-19 en 2020 y ratificadas recientemente, han centralizado las decisiones en la figura de Moreno Cárdenas.
Estas reformas han permitido que "Alito" controle el registro de candidatos y convocatorias estatales y municipales, eliminando la autonomía de los comités directivos estatales y los consejos políticos estatales.
Esta centralización ha sido vista por muchos como un movimiento para perpetuar su liderazgo hasta 2032, sumando 13 años en el poder desde que asumió la dirigencia en agosto de 2019.
Críticos como Leonardo han señalado que esta ampliación del mandato de Moreno Cárdenas refleja una falta de interés en las verdaderas causas del PRI.
La visión a futuro del partido se ve comprometida por esta concentración de poder, y la aprobación de estas reformas durante la etapa final del proceso electoral 2024 ha sido cuestionada por no cumplir con el marco jurídico electoral, que prohíbe modificaciones estatutarias una vez iniciado el proceso electoral.
El PRI, un partido histórico en la política mexicana, parece estar perdiendo su rumbo y su capacidad de adaptarse a los nuevos tiempos.
La ampliación del mandato de Moreno Cárdenas no solo refleja un retroceso en la democracia interna del partido, sino también una falta de visión y compromiso con las luchas y causas que deberían ser su razón de ser.
El futuro del PRI está en juego. La centralización del poder en Alejandro Moreno Cárdenas y la aprobación de reformas controvertidas ponen en duda la capacidad del partido para renovarse y responder a las necesidades de una sociedad en constante cambio.
La falta de transparencia y la ausencia de una visión clara y progresista podrían llevar al PRI a un punto de no retorno, afectando no solo su futuro político, sino también el de todos los partidos que podrían seguir su ejemplo. tal cual ya lo hemos venido observando con algunos partidos como movimiento ciudadano Partido Accion Nacional y morena actualmente.
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