Quintana Roo no podía quedarse atrás en la imitación de la "Cuarta Transformación". Movimiento Ciudadano (MC), que en las pasadas elecciones se mostró como la fiel comparsa de Morena, sigue en su segunda temporada, ahora bajo la batuta de una dinastía local que no hace más que perpetuar el juego del poder sin ofrecer una alternativa viable para el estado.
El ex senador José Luis Pech, una figura que ya se encamina a consolidar la Dinastía Pech, ha sido clave en fortalecer a los que manejan los hilos de MC a nivel local.
¿Alternativa política? ¡Por favor! ¿conoces el camaleón?
Pues se trata de una nueva versión de la vieja política que asegura que todo siga igual, solo que ahora con nuevos colores que juegan el mismo juego de siempre.
Movimiento Ciudadano, lamentablemente, está afectado por el peor cáncer que puede tener un partido político: los intereses personales y el contubernio.
¿Acaso alguien realmente cree que MC en Quintana Roo representa una opción fresca y diferente? Solo basta ver los recientes nombramientos para confirmar lo contrario.
El pasado jueves, se aprobaron las dirigencias municipales y, para darte un solo ejemplo en Benito Juárez (Cancún), se nombró a
Leisly María Ávila Vera como nueva dirigente municipal. ¿El problema?
Su esposo es nada más y nada menos que Jesús Pool, el coordinador de los regidores vitalicios de Cancún.
¿Deberían comprarle una plaza o, mejor aún, hacerle un contrato de por vida?
¿Y el historial de la nueva dirigente? Leisly Ávila fue titular de la Contraloría municipal en Solidaridad durante el gobierno del PAN. Y, sorpresa, ¿Quién ganó en ese municipio?
Exacto, Morena. ¿Coincidencia? En este juego de tronos al estilo quintanarroense, la única certeza es que Movimiento Ciudadano no defiende ninguna causa, solo los intereses personales de aquellos que juegan con la política como si fuera su pasatiempo particular.
Por si fuera poco, tenemos el caso de Francisco Puc, “Xiximac ”, un personaje que recientemente se sumó a las filas del partido M.C. A pesar de haber ganado la regiduría en las pasadas elecciones no le permitirá tomar protesta.
¿Por qué? Quizás porque en Movimiento Ciudadano se sigue jugando al mismo juego amigo de antaño: solo unos pocos controlan todo.
Y ahí es donde queda clara la traición, la falta de visión del CEN de Movimiento Ciudadano.
Porque aquí no se trata de ganar elecciones ni de defender a la ciudadanía; se trata de mantener el control en manos de los mismos de siempre, con un nuevo color de partido pero con las mismas tácticas de siempre.
Quintana Roo merece algo mejor, pero mientras tanto, la tragicomedia política sigue.
¿Quién será el próximo en entrar al escenario?
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